














































A través del autorretrato, la performance y una cuidada puesta en escena, exploro temas como la ansiedad, la depresión, la resiliencia y la búsqueda constante de luz en medio de la oscuridad. Cada imagen es una confesión visual que invita al espectador a reconocerse, a sentirse acompañado y a comprender que las emociones difíciles también forman parte de la vida. Este proyecto, aún en evolución, nació durante la pandemia, en un momento de máxima vulnerabilidad personal, y se ha ido consolidando como un canal de catarsis y conexión empática. Con referentes como Frida Kahlo, Francesca Woodman o Sophie Calle, utilizo la fotografía como un lenguaje alternativo cuando las palabras no son suficientes.